1 SINTAGMA Y SISTEMA
3-1-
LOS DOS EJES DEL LENGUAJE
3-1-1-
El
primer plano es el de los sintagmas, el sintagma es una combinación de signos,
que tiene por soporte la extensión en el lenguaje articulado, esta extensión es
lineal e irreversible (es la “cadena hablada”): dos elementos no pueden ser
pronunciados al mismo tiempo) el valor de cada término depende de una oposición
o lo que procede y a lo que lo sigue. En la cadena del habla los términos están
realmente unidos en praesentia, la actividad analítica que se aplica al sintgma
es la segmentación. El segundo plano es el de las asociaciones (para mantener
toda vía de terminología de Saussure).
El
plano sintagmático y el plano asociativo mantienen una estrecha relación, que
Saussure expresa mediante la comparación siguiente, cada unidad lingüística es
semejante a la columna de un edificio antiguo: esta columna está en una
relación real de contigüidad con otras partes del edificio.
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Saussure
presentía que lo sintagmático y lo asociativo (es decir lo que llamamos lo
sistemático) debían corresponder a dos formas de actividad mental, lo que ya
significaba salir de la lingüística. En un texto ya célebre, Jakobson retomó
esta extensión aplicando la oposición de la metáfora (orden del sistema) y de
la metonimia (orden del sintagma) a lenguajes no lingüísticos: tendremos
entonces “discurso” de tipo metafórico y “discursos” de tipo metonímicos. Es
evidente que cada tipo no implica la necesidad de recurrir exclusivamente a uno
de los dos modelos (puesto que sintagma y sistema son necesarios a todo
discurso) sino tan solo el predominio de uno o de otro.
Al orden de la metáfora (predomino
de las asociaciones sustitutivas) pertenecerían los cantos líricos rusos, las
obras del romanticismo y del simbolismo, las películas de Chaplín, los símbolos
freudianos del sueño.
Al orden de la metonimia (predominio
de las asociaciones sintagmáticas) pertenecerían las epopeyas heroicas y las
proyecciones oníricas por desplazamiento o condensación.
A la enumeración de Jakobson
podría agregarse: del lado de la metáfora las exposiciones didácticas (que
movilizan definiciones sustitutivas) la critica literaria de tipo temático, los
discursos aforísticos.
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La
apertura de Jakobson hacia los discursos con predominio metafórico y predominio
metonímico anuncia el pasaje de la lingüística a la semiología.
Los
dos planos del lenguaje articulado deben en efecto encontrarse en los sistemas
de significación distintos del lenguaje. Aunque las unidades del sintagma que
resultan de una operación de segmentación y las listas de oposiciones que
resultan de una clasificación no pueden ser definidos a priori sino solo el
caso de una operación general de conmutación de los significantes y los
significados es posible indicar para algunos sistemas semiológicos el plano del
sintagma y el del sistema, sin conjeturar aun acerca de las unidades
sintagmáticas y por consiguiente de las variaciones paradigmáticas a que dan
lugar.
3-2-
EL SINTAGMA
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Hemos
visto que el habla era de naturaleza sintagmática, puesto que, además de las
amplitudes de fonación puede ser definida como una combinación (variada) de
signos (recurrentes): la frase hablada es el tipo mismo del sintagma, el
sintagma está pues con seguridad muy cerca del habla, ahora bien para Saussure
no puede haber una lingüística del habla (…)
Saussure
no puede haber una lingüística del habla (…)
Saussure
sintió la dificultad y se encargó de precisar por qué el sintagma no podía ser
considerado como un hecho de habla: en primer lugar porque existen frases
hechas que el uso impide modificar (…) en primer lugar porque existen frases
hechas que el uso impide modificar (…) y que se sustraen a la libertad
combinatoria del habla (…) y en segundo lugar porque los sintagmas del habla se
constituyen sobre formas regulares que precisamente por eso pertenecen a la
lengua (…) hay pues una forma del sintagma (…) de la cual se ocupa la sintaxis
que es en alguna medida la versión “gloria” del sintagma.
3-2-2-
El
sintagma presente se presenta bajo una forma “encadenada” (…) Hay pues frente a
todo sintagma un problema analítico: el sintagma es a la vez continuo y sin
embargo no puede vehiculizar sentido más que si en “articulado”. (…)
Pese
a estas dificultades, la segmentación del sintagma es una operación fundamental
puesto que es él que debe proporciones las unidades paradigmáticas del sistema.
En suma la definición misma del sintagma es la de estar constituido por una
sustancia que debe ser segmentada. El sintagma bajo su forma de habar se
presenta como un “texto sin fin”.
3-2-3-
La
prueba de conmutación consiste en introducir artificialmente un cambio en el
plano de la expresión (significantes) y en observar si este cambio provoca una
modificación correlativa del plano del contenido (significado). Se trata en
suma de crear una homología arbitraria, es decir un doble paradigma sobre un
punto del “texto sin fin” para constatar si la sustitución reciproca de dos
significantes provoca, ipso facto, la sustitución reciproca de dos
significados, si la conmutación de los dos significantes produce una
conmutación de los significados estamos seguros de tener en el fragmento de
sintagma sometido a la prueba, una unidad sintagmática, el primer signo ha sido
segmentado.
3-2-4-
La
prueba de conmutación proporciona, en presencia unidades significativas, es
decir fragmentos de sintagmas dotados de un sentido necesario.
3-2-5-
Una
vez definidas las unidades sintagmáticas correspondientes a cada sistema hay
que encontrar las reglas que gobiernan su combinación y su ordenamiento a lo
largo del sintagma (…). De hecho el ordenamiento es la condición misma del
sintagma: “el sintagma es un grupo cualquiera de signos hetero-funcionales, es
siempre (por lo menos) binario y sus dos términos están en una relación de
condicionamiento recíproco”.
3-2-6-
Una
observación de Saussure indica que la lengua es posible porque los signos se repiten:
A lo largo de la cadena sintagmática encontramos en efecto un cierto número de
unidades idénticas, sin embargo, la repetición de los signos se ve corregida
por fenómenos de distancia entre las unidades idénticas (…)
3-3-
EL SISTEMA
3-3-1-
El
sistema constituye el segundo eje del lenguaje. Saussure lo vio bajo la forma
de una serie de campos asociativos determinados ya sea por una afinidad de
sonido o por una afinidad de sentidos.
3-3-2-
La
deposición interna de los términos de un campo asociativo o paradigma se llama
comúnmente oposición.
3-3-3-
Por
ser doblemente estudiado, el lenguaje implica dos tipos de oposiciones, las
oposiciones distintivas (entre fonemas) y las significativas (entre monemas).
a) Oposiciones
clasificadas según sus relaciones con el conjunto del sistema.
a. Oposiciones
bilaterales y multilaterales
b. Oposiciones
proporcionales y aisladas.
b) Oposiciones
clasificadas según la relación de los términos de la oposición.
a. Oposiciones
privativas
b. Oposiciones
equivalentes
c) Oposiciones
clasificadas según la etension de su valor diferenciativo
a. Oposiciones
constantes
b. Oposiciones
suprimidas o neutralizables
3-3-4-
En
el código de transito se encontrarán oposiciones multilaterales proporcionales,
privativas, y constantes, pero nunca equipolentes ni suprimibles.
3-3-5-
La
importancia y la simplicidad de la oposición privativa (marcado/no marcado) que
es alternativa por definición hicieron pensar por una parte en la posibilidad
de reducir todas las oposiciones conocidas al modelo binario (por presencia o
ausencia de una marca) en otras palabras de considerar el binarismo como un
hecho universal y por otra, de que, siendo universal pueda tener una base
natural.
3-3-6-
Para
terminar con los principales hechos del sistema queda algo que decir acerca de
la neutralización. Este término designa el fenómeno por el cual una oposición
pertinente pierde su pertenencia, es decir, deja de ser significante. En
términos generales, la neutralización de una oposición sistemática se produce
por efecto del contexto: lo que “anula” el sistema es pues el sintagma.
3-3-7-
Sintagma,
sistema: tales los dos planos del lenguaje (…)
En
la metáfora la selección se convierte en contigüidad y en la metonimia la
selección se convierte en contigüidad y en la metonimia la contigüidad se
vuelve campo de selección. De este modo la creación parece darse siempre en el
linde de dos planos.
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