sábado, 9 de enero de 2016

Pulsiones de autoconservación


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Pulsiones de autoconservación

En relación con las pulsiones de autoconservación se habla también de pulsiones del yo. 

En un primer momento ambas expresiones eran sinónimas, pero luego Freud introdujo una distinción, la que de todas maneras no es tan neta, pues las pulsiones del yo apuntan a la autoconservación del individuo (Laplanche, 345):

PULSIONES DE AUTOCONSERVACION

Término mediante el cual Freud designa el conjunto de las necesidades ligadas a las funciones corporales que se precisan para la conservación de la vida del individuo; su prototipo viene representado por el hambre. Dentro de su primera teoría de las pulsiones, 

Freud contrapone las pulsiones de autoconservación a las pulsiones sexuales (Laplanche, 333).

Si bien toma como prototipo el hambre, Freud parece admitir que hay otras muchas pulsiones de autoconservación vinculadas a las correspondientes funciones orgánicas (nutrición, defecación, emisión de orina, actividad muscular, visión, etc.) (Laplanche, 334-335).


PULSIONES DEL YO: 

Dentro del marco de la primera teoría de las pulsiones (tal como fue formulada por Freud en los años 19101915), las pulsiones del yo designan un tipo específico de pulsiones cuya energía se sitúa al servicio del yo en el conflicto defensivo: son asimiladas a las pulsiones de autoconservación y se oponen a las pulsiones sexuales (Laplanche, 344).

La contracción ‘del’, en la expresión ‘pulsiones del yo’ significa dos cosas: por un lado son pulsiones que emanan o derivan del yo y son dirigidas hacia objetos exteriores, y por el otro lado son pulsiones que toman al yo como objeto, se fijan a él (Laplanche, 345).
En relación con las pulsiones de autoconservación o del yo (a grandes rasgos aquí las tomaremos como sinónimos),

Laplanche define 3 conceptos freudianos: interés del yo, egoísmo, y concorde con el yo:

INTERES DEL YO

Término utilizado por Freud en el marco de su primer dualismo pulsional: energía de las pulsiones de autoconservación, en contraposición a la libido o energía de las pulsiones sexuales (Laplanche, 200).

EGOISMO

Interés del yo por sí mismo. Suele diferenciarse egoísmo y narcisismo: el egoísmo se define como una catexis por las pulsiones del yo, y el narcisismo como catexis del yo por las pulsiones sexuales (Laplanche, 105).

CONCORDE CON EL YO

Término que sirve para calificar las pulsiones o las representaciones aceptables por el yo, es decir, compatibles con su integridad y sus exigencias.

Las pulsiones concordes con el yo se oponen a las pulsiones sexuales, en la medida en que estas están destinadas a ser reprimidas cuando se muestran inconciliables con el yo (Laplanche, 75).

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