EL PENSAMIENTO EN EL MEDIOEVO: SU CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL
LA ESCOLÁSTICA
La Escolástica: el gran refugio de la cultura y aun de la agricultura está en los monasterios que (...) pueden organizar y educar comunidades que incluyen una verdadera aldea en torno, más adelante regida a son de campana.
La Escolástica, prosigue su creciente vida colectiva, en el estudio de unos mismos y pocos libros, en discusión entre unas mismas y pocas personas.
SIGLO XIII: MEDIODÍA MEDIEVAL
El siglo XIII, marca el nivel más elevado en un ascenso continuo que es también solidificación y si se quiere cerrazón en algunos aspectos.
el siglo XIV, traerá crisis y desastres de todo tipo de los cuales se saldrá ya de cara al Renacimiento.
EL ORIGEN DE LA BURGUESÍA Y DE LA UNIVERSIDAD
El siglo XIII, es la época en que se consolida la llamada burguesía, en especial en Italia, en los Países Bajos y ciertas ciudades germánicas.
Es una época de expansión del comercio, también hacia Oriente gracias a las Cruzadas e incluso se esboza un primer capitalismo financiero.
Es el siglo de máximo poder del Papado y de la Iglesia en general, pero para la Historia de las Ideas es la primera fase hacia una secularización del pensamiento en la que se dejará poco a poco su servicio Teológico.
Este proceso tiene una forma institucional: las universidades o mejor en ese momento las universidades de París y Oxford atienden más a las ciencias; la universidad de Bolonia al derecho.
La descristianización de las Ideas -no por ello haciéndose menos religiosas-, empezará de modo más o menos solapado, con el humanismo y el Renacimiento, entonces la Fe colabora en un reparto de papeles; la filosofía como creada de la teología empiezan a parecer heterogéneas entre sí, aunque compatibles en el individuo a título personal.
LA CIENCIA: ENTRE LA MÍSTICA Y LA MAGIA
La Teología no excluía el interés por las ciencias, pero los pocos científicos tienen mucho de místicos o de magos.
SIGLO XIV: FRANCISCAMOS EN LA BAJA ESCOLÁSTICA
El siglo XIV es la época de diversos apuros: el Papado pierde su hegemonía, y, entrando en la órbita francesa, es obligado a asentarse en Avignon, durante casi setenta años para luego caer en el cisma de occidente en que llega a haber tres presuntos Papas.
Los inicipientes estados nacionales se alzan contra el poder Papal, sobre todo porque éste ahora se enriquece al recaudar el "óbolo de San Pedro", en la cada vez más frecuente moneda -y no ya en los perecederos diezmos en especie dados al clero y monjes.
A su vez el Papa ve atacada su autoridad interna por la colegialidad de los obispos (conciliarismo) y se defiende negociando concordatos con las naciones para que la apoyen.
