El pensamiento en La Edad Moderna y Contemporánea. Su contexto
histórico y cultural
Edad Moderna
En el campo filosófico más que nuevas ideas se combina o se enfatizan determinados elementos preexistentes.
a) El Racionalismo. Sus representantes
La filosofía de los siglos XVII y XVIII se caracterizaba por su preocupación por establecer el origen de los conocimientos.
Las fuentes de nuestros conocimientos son para los racionalistas, tres:
- Las verdades innatas,
- La experiencia interna y
- La experiencia externa
El Racionalismo puede definirse como “método, o en un sentido muy amplio, doctrina filosófica en el que el criterio de verdad no es sensorial sino intelectual y deductivo. Este término se asocia habitualmente con un intento de introducir los métodos matemáticos en filosofía como Descartes, Leibniz y Spinoza.
La historia del racionalismo empieza con los eleatas, los pitagóricos y Platón cuya teoría de la autosuficiencia de la razón se convirtió en el tema del neoplatonismo y del idealismo”.
El Racionalismo es la corriente filosófica que pone en el intelecto la fuente única o por lo menos la fuente principal del conocimiento humano.
En el siglo XVII, Descartes defiende las “ideas innatas” que no procederían de la experiencia sino que existen en el alma, puestas por Dios en el momento de la Creación de cada individuo (…) tales ideas “innatas” son principios de explicación y son las únicas “claras y evidentes”.
Leibniz adopta una posición semejante en cuanto a las ideas innatas: piensa que existen en nosotros, no en acto sino en potencia.
René Descartes (1596-1650)
Nació en la Haya (Turena), de padres nobles. Como alumno de los jesuitas (…) estudió humanidades, filosofía, escolástica y matemáticas (…) decidió entregarse de lleno a reformar la filosofía.
Descartes es un enamorado de la evidencia matemática, quiso aplicarla a la filosofía creando un nuevo método: el geométrico que consiste en partir de un solo principio evidente: “pienso, luego existo”.
Sostiene que lo que directa e inmediatamente percibimos no es el mundo extramental, sino nuestros propios actos (por eso es un precursor del idealismo) plantea el problema critico en el umbral de la filosofía, subestima el valor de la experiencia y exagera el de la razón.
Cartesianismo
Es la filosofía de Descartes. Descartes está justamente considerado como uno de los fundadores de la epistemología moderna.
Insatisfecho con la falta de acuerdo entre los filósofos, decidió que la filosofía necesitaba un nuevo método, el de las matemáticas.
Tomó como punto de partida la resolución de dudas de todo cuento no pudiese superar la prueba de un criterio de verdad a saber, la claridad y distinción de las Ideas. Todo cuanto superase esa prueba debería ser admitido como evidente por si mismo.
La duda metódica
“Solo en cierta medida la lógica y la matemática proporcionan un conocimiento verdaderamente seguro, pero son ciencias formales que no dan a conocer la realidad.
Método
Evidencia/Análisis/Síntesis/Comprobación
El cogito
Descartes duda de todo: “Pienso, luego existo”.
Benito de Spinoza (1632-1677)
Spinoza niega la posibilidad de una pluralidad de substancias y reserva este término para la realidad absoluta.
De ahí que el espinosismo haya sido a veces considerado como sinónimo del monismo.
También se ha identificado con el panteísmo, aunque esta sea una generalización harto equívoca.
En su obra principal la “Ética”, Spinoza expresa su pensamiento según un modelo geométrico. Con este método de exposición se proponía varios fines. Es ya una indicación del ideal de conocimiento de Spinoza y así entendido significa la expresión condensada y ordenada, no solo de la filosofía sino de todo conocimiento “Filosofía y ciencia” como sistema integrado.
En una ordenación de ideas tan ideal, la teología (racional) y la metafísica proporcionan el ancla del sistema (…)
Spinoza pretende obtener (…) una teología y una metafísica inicial –preparación necesaria para la ciencia-, y una metafísica final o abstracción interpretativa de las conclusiones de la ciencia. La función de la filosofía en cuanto tal, en cualquier momento es la de intentar conseguir una ordenación teórica de la base válida del conocimiento. En la concepción de esa función por Spinoza queda implícito el reconocimiento del doble carácter de la tarea de la filosofía:
1) Consiste en primer término en una reflexión sobre el funcionamiento válido de las intuiciones e ideas y sobre todo los frutos de la reflexión e investigación con el propósito de conseguir una ordenación coherente de esta base.
2) Paradójicamente la filosofía debe prepararse para ella misma. La filosofía en esta función es una reflexión sobre las condiciones de toda búsqueda y el descubrimiento de los fundamentos del método (…)
Malebranche (1638-1715)
Nicolás Malebranche nació en París, y ya maduro abrazó las doctrinas de la escuela cartesiana. Se preocupo particularmente por el problema de las relaciones entre el espíritu y el cuerpo, que interpretó dentro de la línea de ocasionalismo. Creyendo que no era posible la interacción entre el alma y el cuerpo, concluyó que Dios promueve los movimientos corporales “en ocasión” de los correspondientes procesos mentales.
En general creyó que Dios actúa en todas las cosas y que es la única causa real de los acontecimientos.
“La teoría de Malebranche es el ocasionalismo” según la cual Dios no ha creado verdaderas causas sino que él es la única causa mientras que las criaturas son mera ocasión del obrar divino.
Malebranche niega así la libertad humana.
Con el ontologismo y el ocasionalismo, el filósofo, aparta todas las dificultades derivadas de la separación cartesiana entre el alma y el cuerpo.
Por fin la tercera noción de Malebranche es el optimismo es decir, la creencia en que este es el mejor de los mundos consecuencia lógica del ocasionalismo, pues si Dios ser perfecto debió hacer el mejor mundo posible.
Vemos pues un cartesianismo desarrollado en un sentido que llega al límite mismo del panteísmo.
Leibniz (1646-1716)
Gottfried Wilhelm Leibniz, nació en Leipzig, jurista y matemático, diplomático, historiador, teólogo de considerable altura, fue el mayor filósofo alemán del siglo XVII y una de las mentes más universales de todos los tiempos.
Una de las ideas más acariciadas por Leibniz fue la creación de una sociedad de sabios para la investigación de todas las ramas de la ciencia a combinar luego en un gran sistema de la verdad.
Su filosofía, obra de "momentos de ocio", manifiesta, en su forma y en su contenido, la huella de su origen azaroso y el modo de vida cosmopolita de su autor.
La filosofía de Leibniz fue el amanecer de la conciencia del mundo moderno (Dewey) tan gradual y continua como el desarrollo de una monada, tan abarcadora fue la amplitud de su mente que su filosofía según él mismo dijo: "conecta a Platón con Demócrito, a Aristóteles con Descartes, a los escolásticos con los modernos, la teología y la moral con la razón. La reforma de toda ciencia debía llevarse a efecto mediante el empleo de dos instrumentos, un lenguaje científico universal y un cálculo razonador. Abogó por un lenguaje universal de símbolos ideográficos en el que los conceptos complejos pudieran expresarse por combinaciones de símbolos representativos de conceptos simples o por nuevos símbolos definidos como equivalentes a tales complejos. Creía que el análisis nos capacitaría para limitar el número de conceptos no definidos a unos pocos simples primitivos, en términos de los cuales podrían definirse todos los demás. Esa es la noción esencial a la que remonta la logística moderna.
Cristian Wolff (1679-1754)
Fue uno de los más destacados filósofos de la Ilustración alemana. Defendió un racionalismo a ultranza.
Fue un divulgador sistemático y superficial de la filosofía dogmática en cuyas leyes encontraba un fundamento puramente lógico y racional. Por un lado Wolff prolonga la metafísica racionalista, por otro, es un hombre del iluminismo. Ya hay en él un naturalismo que no había en Leibniz.
La realidad sería la misma aunque Dios no existiese y tampoco cambiaría la moral. Además es un entusiasta del progreso, de la capacidad de la razón para transformar el mundo. Cristian Wolff combina elementos tomados de la escolástica y de la metafísica de Leibniz.
Wolff concebía la filosofía como aquella ciencia puramente racional que prescinde de todo elemento empírico que trata de todas las cosas posibles (es decir no contradictorias) de las causas y modos de su posibilidad.
La divide en: filosofía teórica y filosofía práctica.
Filosofía teórica: Abarca: metafísica general u ontología; metafísica especial; cosmología racional; psicología racional; teología natural o racional.
La sistematización wolffiana implicaba por un lado una exacerbación de la fe racionalista en la capacidad de la razón humana para conocer el modo de ser de las cosas y por otra parte también una exacerbación de la convicción de la racionalidad del universo es decir precisamente la convicción de una armonía establecida entre la razón humana y el modo de ser de la realidad.
Su filosofía, obra de "momentos de ocio", manifiesta, en su forma y en su contenido, la huella de su origen azaroso y el modo de vida cosmopolita de su autor.
La filosofía de Leibniz fue el amanecer de la conciencia del mundo moderno (Dewey) tan gradual y continua como el desarrollo de una monada, tan abarcadora fue la amplitud de su mente que su filosofía según él mismo dijo: "conecta a Platón con Demócrito, a Aristóteles con Descartes, a los escolásticos con los modernos, la teología y la moral con la razón. La reforma de toda ciencia debía llevarse a efecto mediante el empleo de dos instrumentos, un lenguaje científico universal y un cálculo razonador. Abogó por un lenguaje universal de símbolos ideográficos en el que los conceptos complejos pudieran expresarse por combinaciones de símbolos representativos de conceptos simples o por nuevos símbolos definidos como equivalentes a tales complejos. Creía que el análisis nos capacitaría para limitar el número de conceptos no definidos a unos pocos simples primitivos, en términos de los cuales podrían definirse todos los demás. Esa es la noción esencial a la que remonta la logística moderna.
Cristian Wolff (1679-1754)
Fue uno de los más destacados filósofos de la Ilustración alemana. Defendió un racionalismo a ultranza.
Fue un divulgador sistemático y superficial de la filosofía dogmática en cuyas leyes encontraba un fundamento puramente lógico y racional. Por un lado Wolff prolonga la metafísica racionalista, por otro, es un hombre del iluminismo. Ya hay en él un naturalismo que no había en Leibniz.
La realidad sería la misma aunque Dios no existiese y tampoco cambiaría la moral. Además es un entusiasta del progreso, de la capacidad de la razón para transformar el mundo. Cristian Wolff combina elementos tomados de la escolástica y de la metafísica de Leibniz.
Wolff concebía la filosofía como aquella ciencia puramente racional que prescinde de todo elemento empírico que trata de todas las cosas posibles (es decir no contradictorias) de las causas y modos de su posibilidad.
La divide en: filosofía teórica y filosofía práctica.
Filosofía teórica: Abarca: metafísica general u ontología; metafísica especial; cosmología racional; psicología racional; teología natural o racional.
La sistematización wolffiana implicaba por un lado una exacerbación de la fe racionalista en la capacidad de la razón humana para conocer el modo de ser de las cosas y por otra parte también una exacerbación de la convicción de la racionalidad del universo es decir precisamente la convicción de una armonía establecida entre la razón humana y el modo de ser de la realidad.