El pensamiento en el Medioevo. Su contexto histórico y cultural
El pensamiento
cristiano
El cristianismo y la
historia de las ideas
El cristianismo
en su esencia no aparece situándose en el terreno de la historia de las ideas.
Incluso como se ha dicho más de una vez el cristianismo no tiene estructura
intelectual, no consiste en afirmar algo en general ni en propugnar un sistema
de conceptos que dé razón de la realidad, ni aun una “visión del mundo” sino
que consiste en la fe en un hecho singular, ocurrido en una ocasión, por
decisión libre de Dios y sin más explicación posible que un amor y no una
razón. El credo es un relato que, empezando y acabando en la eternidad, pasa
por el tiempo concreto: no es un conjunto de aseveraciones universales. Que
Dios se haga un hombre, en un instante histórico, no es algo formulable
lógicamente sino, narrable, y no demostrable, sino creíble. Más aun, para la
gran filosofía quizá, que con Platón y todavía más con Aristóteles había tenido
su mejor logro en la exploración y aclaración del dominio de lo abstracto como
ámbito de la verdad, debía resultar chocante que un hombre, humano (…) dijera
“yo soy la verdad”. Desde la perspectiva filosófica resultaba incluso
humillante que Dios no se manifestara como ordenado e inteligible sino como
imprevisiblemente amoroso.
Ya la condición
corporal del hombre había sido un primer gran escándalo para la Filosofía
resuelto al decretar que el hombre era en su esencia el alma accidentalmente
aposentada o encarcelada en el cuerpo. Pero el cristianismo aportaba un
escándalo aun mayor: que Dios se hiciera un hombre, de cuerpo mortal y concreto
incluso su Resurrección y Glorificación: que la palabra de Dios en vez de
revelar afirmaciones y doctrinas se hiciera carne individual.
Los comienzos de la
transacción Teológica
Inmediatamente
después de los Apóstoles y de Pablo con la generación de los llamados Padres
Apostólicos del Siglo I, ya se pone en marcha en gran transacción teológica en
el Cristianismo: el transporte de la Fe a términos intelectuales y filosóficos.
En el Siglo II,
los padres apologistas acrecientan esa inclinación clásica.
El Gnosticismo
Pero la síntesis
empieza a escapárseles de las manos a los intelectuales cristianos: la gnosis es
parte de un vasto movimiento institucionaliza en el gnosticismo, prototipo y
arquetipo de las herejías en cuanto propone un saber autentico, intelectual,
minoritario y secreto, más alto que la simple Fe (…), bueno solo para las
masas, y en cuanto recae en el espiritualismo oriental minimizando la
encarnación y lo corpóreo como mera apariencia, como una suerte de
condescendencia pedagógica por parte de Dios para los sencillos.
En el gnosticismo
se mezcla lo clásico con lo cristiano dando valor a las concepciones de los
filósofos.
Más en general,
el fondo mistérico de la mentalidad religiosa helénica y helenística afluye al
cristianismo dando lugar a equívocas lecturas del lenguaje paulino en un
sentido reservado, místico y aun mágico. (…) Pero lo típicamente cristiano no
es la alegoría sino la tipología bíblica: la prefiguración dentro de la
historia de la salvación, es decir, en un sentido temporal, por ejemplo, el
sacrificio de Isaac como prefiguración del de Cristo.
Aquí
les comparto un resumen del libro de filosofía de García Venturini.
El cristianismo
Jesucristo no
fue un filósofo ni el cristianismo una filosofía. Nuevamente debemos insistir
en que una religión no es una filosofía por más que se ocupan de algunos temas
comunes o puedan obrar de modo similar, a veces, en la conciencia de los
hombres.
El cristianismo
se manifiesta como una religión, como un saber de salvación, cuyos dogmas
fueron recibidos como expresa revelación de Dios y cuyo fundador Jesucristo,
Mesías prometido por el testamento judío, se presenta como el Hijo de Dios
Padre, hecho hombre para la redención del linaje humano.
El cristianismo
nace en Judea seis décadas después de constituirse formalmente el Imperio Romano
bajo Augusto, siendo emperador Tiberio y con bastante rapidez llegó a Roma y a
todos los rincones del Imperio. Esto significa decir que su medio geográfico y
cultural, en los primeros siglos fue el mismo que hemos visto en el capítulo
anterior, aquel en que se desarrolló el neoplatonismo del cual fue
contemporáneo y con el cual polemizó y se inter-influyó hasta la desaparición
de esta última expresión de la filosofía pagana.
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