lunes, 25 de mayo de 2015

Empirismo



Historia de la Psicología
Empirismo

Fue Locke en el siglo XVI el definidor del empirismo, al recoger en sus ensayos  la vieja sentencia que nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los sentidos.
Se pronunció contra toda clase de aprioris: rechazó toda creencia de las ideas innatas. La mente, dijo, no hace sino crear sensaciones. La idea de sustancia no es un a priori, sino un principio racional independiente, un agregado de impresiones.
El empirismo no define el fenómeno como lo hacia el escolasticismo.
El empirista no postula el género para luego derivar por lógica lo que debe ser la conclusión.
Adoptando una posición modesta, observa sin prejuicios lo que ocurre en el fenómeno, el caso a estudiar.
Postula un empirismo que no cae en el dogmatismo de Spencer o de Comte y constituye un método útil para la investigación de la verdad natural, la determinación de las maneras del mundo real.
El empirismo, entonces, como de tratar la realidad sensible tanto en lo físico como en lo sobrenatural, es un método adecuado si se limita a observar con sistema y a registrar con orden las circunstancias que acompañan en cada caso de la materia o del espíritu.
El empirismo tiende en general a negar rotundamente toda posibilidad metafísica, y a encerrar el conocimiento a los fenómenos, a límites de la experiencia.
Platón creía que las ideas universales eran poseídas por el alma de un modo innato porque las contempló en una vida anterior y en ésta puede recordarlas.
Frente a esta opinión, los aristotélicos sostenían que las ideas se obtienen por abstracción a partir del conocimiento sensible de las cosas singulares.  Ellos emplearon pues, el aforismo que ahora renuevan los empiristas, pero en un sentido completamente distinto al que éstos le dan.
Los empiristas pretenden, al estudiarlo, no que la idea es algo distinto de la sensación que necesita de la previa existencia de ésta para ser forjada, sino que la idea o concepto es un simple complejo de sensaciones, esto es, que se forma de la combinación de éstas.
Las sensaciones son la cínica realidad del espíritu, de las que se originan todos los conocimientos.
Locke designa con el nombre genérico de “idea” a todo producto o hecho psíquico (es decir del espíritu), tanto a lo que nosotros llamamos sensación, como a lo que entendemos por percepción o por imagen, por recuerdo o por idea propiamente dicha.

La corriente empirista moderna se inicia con F. Bacon y continúa con J. Locke; G. Berkeley (empirismo idealista) y David Hume.
También fueron representantes del empirirsmo: Hobbes, Mach, Avenarius y Condillac, quien transformó al empirismo en sensualismo.

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