Historia de la Psicología
Los primeros filósofos griegos
Hipócrates (460-377 A.C.)
En el siglo V A.C., había dos
escuelas: la de Cnidos y la de Cos, a la cual pertenecía Hipócrates.
La ciencia médica recién se
estaba liberando de la superstición y superchería. Hasta ese momento los
sacerdotes o brujos eran los que ejercían la medicina. Hipócrates se opone
firmemente a todo esto.
En su obra: “Tratado
sobre la enfermedad sagrada”, trata
las relaciones entre la medicina y la magia, se opone con gran fuerza a todo lo
que tenga que ver con las ciencias ocultas y cualquier método de tratar
enfermedades que no sea científico.
Otra obra importante suya es el “Tratado sobre el régimen”. Aquí trata la relación e importancia que tiene el alimento en la salud del hombre. Le da gran importancia al amiente: El clima, las estaciones, los vientos, etc. El hombre es lo que él respira. El hombre va siendo influido por todas estas características del medio por lo cual no debe ser estudiado como una entidad fija, sino más bien como una sucesión de estados.
Para crear una dieta, decía, adecuada a cada hombre en
particular, debemos conocer como está compuesto su cuerpo, que según él, consta
de dos principios: El FUEGO, que mueve por un lado, y por otro: el AGUA que
nutre. Uno lucha contra otro, pero ninguno alcanza la victoria final, cuando el
fuego vence al agua destruye su fuente de nutrición propia, y cuando el agua
vence al fuego, pierde su posibilidad de movimiento. La naturaleza exige un
equilibrio entre ambos extremo: el cuerpo no debe llegar a estar lleno de
humores ni debe secarse y perder su jugo.
Las actividades vitales pertenecen al ALMA. Esta actividad
vital es débil en la juventud y en la vejez.
En la juventud es consumida por el crecimiento rápido del
cuerpo y en la vejez se debilita, sólo alcanzaría su plenitud en la edad adulta
o media.
La constitución física ideal es cuando se alcanzan las
cantidades justas de agua y fuego.
Si se inclina hacia uno de los extremos (mucha más agua que
fuego o viceversa, el individuo enfermará). Por ejemplo, cuando el agua es
mucho mayor que el fuego, la constitución va a ser: húmeda y fría y va a ser
una constitución que va a ser más proclive a enfermarse durante el invierno.
Esto varía también de acuerdo a las edades. En la infancia,
por ejemplo: hay exceso de agua, el fuego adquiere supremacía de una manera
gradual y luego también gradualmente la va perdiendo. Estas serian las causas
que se pueden controlar de una manera directa, pero Hipócrates sostiene que el
médico para hacer sus prescripciones toma también en cuenta: el cielo, la
tierra, las estrellas los vientos, las estaciones y las localidades.
En otros escritos suyos considera que la estructura física
está ompuesta por cuatro elementos:
- Aire
- Fuego
- Tierra
- Agua
A cada una de estas sustancias, le corresponde una cualidad
llamada:
· Caliente
· Frío
· Húmedo
Y en correspondencia con estas últimas: un humor, a saber:
- Sangre (tibio)
- Flema (frío)
- Bilis amarilla (seco)
- Bilis negra (húmedo)
La salud se daría por la mezcla correcta de los humores como así también de su nutrición que depende de tres cosas:
a) alimento
b) bebida
c) aire
TODO ESTO FUE TOMADO LUEGO POR KRETSCHMER.
El lugar más importante del cuerpo es el cerebro. De allí
nacen todas las venas del cuerpo y crecen hacia abajo ramificándose por las
distintas partes del cuerpo. En el cerebro se encontraría también situada la
inteligencia y hacia él también llegan todas las vías de los sentidos.
Todas las enfermedades comienzan en el cerebro porque de él
fluyen los humores que se encuentran por todo el cuerpo.
La locura tiene su origen en una condición húmeda del
cerebro que causa su movimiento continuo y produce la confusión de los sentidos.
Sueños
Durante el estado onírico el alma actúa libremente ya que
las sensaciones ya no molestan porque el cuerpo duerme.
En la vigilia el alma es pasiva y los órganos sensoriales
son activos, el estado onírico en cambio, es un estado de actividad porque el
alma produce impresiones en lugar de recibirlas. El alma descubre en el sueño
lo que durante la vigilia deja pasar inadvertido, cosa que equivaldría a
afirmar que una conciencia latente sube a la superficie durante los sueños.
Distingue entre ciertos sueños que se consideraban como
signos sobrenaturales y otros que se vinculaban con las condiciones corporales
y eran susceptibles de emplearse como pronósticos de salud o enfermedad.
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