Historia de la
psicopatología
Comenzaremos en este apunte a estudiar algunos aspectos generales de la fenomenología psiquiátrica y del análisi existencial que luego iremos desarrollando en otros apuntes. Un saludo a todos nuestros visitantes.
Fenomenología
psiquiátrica y análisis existencial
Figuras como Minkowska, Strauss, V. Von Gebsattel,
L. Binswanger, M. Boss, R. Khum, Van del Berg, K. Jaspers y R. May, forman
parte del abanico que es a la vez un procedimiento metodológico así como una
concepción del hombre que abreva fundamentalmente de dos corrientes
filosóficas: La fenomenología y el
Existencialismo.
El hombre es un ser arrojado en el mundo, un
“dasein” cuya esencia no antecede a su existencia sino que, por el contrario,
debe irla definiendo a partir de su existir que le impone a cada instante la
necesidad de elegir dentro del plexo de posibilidades aquellas que correspondan
a un proyecto propio. Cada vez que elija deberá renunciar a aquello que
desecha. La angustia frente a la propia responsabilidad constituye el horizonte
sobre el cual se ejercita como ser libre conformando una existencia auténtica.
Aquel que evita la angustia elige la forma de vida
impersonal vive una existencia inauténtica.
El hombre es concebido por la filosofía de la
existencia, un ser autoconsciente, capaz de tomarse a sí mismo como objeto,
que es responsable de sus actos, que su libertad, como dice Sartre, es una
libertad situada, en tanto elige a partir de sus condicionamientos y facticidades.
A pesar de las diferencias que existen entre los
autores fenomenológicos-existenciales, comparten la concepción según la cual la
enfermedad es “(…) una desviación de las estructuras existenciales de ese
paciente en particular, como ruptura de la condición humana (…)”.
La fenomenología psiquiátrica
Su sustrato teórico proviene de la fenomenología. El
fenómeno, la enfermedad mental debe ser estudiada tal cual aparece.
Poniendo entre paréntesis todo sabe o perjuicio que
sobre el mismo se tenga en la medida que ese saber no hace sino oscurecer el
hecho que se presenta ante nuestros ojos. Esta suspensión de todo es la
“epoje”.
Dice al respecto R. May: “(…) debe suprimirse cualquier afirmación relativa a sus causas o su
trasfondo, incluso se esfuerza por suprimir la distinción del objeto y del
sujeto que lo observa. Con este método la observación adquiere gran relieve:
Los elementos menos aparentes de los fenómenos se manifiestan con creciente
riqueza y variedad, con más finos matices de claridad y oscuridad y
eventualmente pueden aparecer ciertas estructuras de los fenómenos que antes
pasaban desapercibidos.
La fenomenología descriptiva, el método genético
estructural y el análisis categorial constituyen tres métodos del análisis de
la psiquiatría.
La fenomenología descriptiva es el primero de los tres que se aplica a la
investigación psicopatológica. Se intenta describir las vivencias subjetivas
del paciente y trazar así un bosquejo de su mundo para poderlo comparar con los
relatos de otros pacientes y con la mirada retrospectiva que el mismo paciente
puede efectuar una vez restablecido.
Se trata de una verdadera recopilación de datos,
pero su límite reside en que no todos los pacientes pueden recordar aquello que
vivieron en los momentos agudos de la crisis y menos describirlos con palabras
adecuadas.
El Método Genético Estructural lo que busca son las interrelaciones, las
conexiones que permiten variaciones en la estructura (estructura que está en
permanente modificación, que posee una historia y una génesis, que permite
comprender el para qué implícito en cualquier estructura sana o enferma).
Minlowska llamó Análisis
Estructural a este método, y Von Gebsattel,
consideración constructivo genética.
La Fenomenología Categorial
reconstruye el mundo interior de los pacientes mentales en base a las
alteraciones o peculiares características que presentan las categorías del
Tiempo, Espacio, Causalidad y Materialidad. Por ejemplo, el tiempo subjetivo no
es igual para el que espera el arribo de un ser querido, o para el maniaco al
que el tiempo no le alcanza. Inclusive en una personalidad maniaco depresiva,
según el momento en que se halle la vivencia del tiempo variará
fundamentalmente.
El espacio que rodea al melancólico es gris y frío,
eminentemente hostil, mientras que para una personalidad normal este mismo
espacio tiene la amplitud suficiente para moverse y desplegar su actividad. En
el caso anterior, la sensación de angustia puede ser descripta como ese espacio
que oprime al sujeto.
Estos existenciarios son plásticos, cambiantes como
la misma existencia concreta que integran.
El objetivo que persigue cualquiera de estos tres
métodos es llegar al conocimiento del mundo subjetivo del paciente a traces de
un análisis de la realidad que pretende integrar al paciente y su situación.
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