Breve biografía:
E. Husserl, nacido en
Friburgo (Alemania), en 1859 y fallecido en 1938, es el iniciador de la
corriente filosófica que más influencia ejerce en el siglo XX.
Discípulo de Franz
Brentano, toma de su maestro el concepto de intencionalidad y a partir de éste,
elabora toda su filosofía.
Método
Si es verdad que un
método no puede desprenderse totalmente de la doctrina desarrollada con él, en
el caso de la fenomenología la relación entre método y contenido alcanza una
vinculación tan estrecha, que en la práctica no es fácil separarlas.
Sin embargo, a los
efectos de la aplicación del método esta diferenciación es radicalmente
importante.
El aspecto esencial
del método es la reducción. En Husserl hay que considerar una doble reducción:
- Reducción eidética
- Reducción fenomenológica
La reducción
eidética
De este tema se ocupa
en su obra “Investigaciones Lógicas” (1901) y pasa a ocuparse cada vez más de
la reducción en sentido estricto a partir de “Ideas para una fenomenología pura
y una filosofía fenomenológica” (1903) que se acostumbra citar simplemente como
“Ideas”.
Puesto que la
reducción fenomenológica está identificada con la doctrina de Husserl, no puede
considerársela como método de significación general. Por lo tanto, en la medida
en que nos interesa el método aplicado a la Psicología, nos ocuparemos de la
reducción eidética.
Es importante
recordar lo siguiente:
ü Los filósofos de la existencia (Heidegger, Sartre, Marcel)
elaboran sus doctrinas utilizando el método de Husserl
ü En otras disciplinas (sociología, etnología), no pocos
investigadores emplean este método.
ü Se infiere que el pensamiento de Husserl se ha proyectado en
la casi totalidad de la actividad filosófica y científica contemporánea,
especialmente en Europa.
ü También se encuentra el método incluso aplicado en el campo
psiquiátrico.
La reducción eidética
Concepto de
fenómeno
Fenómeno es todo lo
que se muestra, y se muestra por sí mismo, como aparición originaria e
irreductible.
Se trata de orientar
al pensamiento hacia la actividad que precede al juicio.
Para ello hay que
invertir la dirección natural del pensamiento, que tiende al conocimiento de
los objetos en oposición con el sujeto.
A fin de producir tal
inversión debe intentarse penetrar en una esfera anterior a la del dominio de
los juicios y los conceptos, que es la del flujo puro de lo vivido como tal.
Por eso, que la
principal regla es: “hacia las cosas mismas”. Y aquí, se entiende por cosa lo dado.
Para poder
orientarnos hacia las cosas mismas, debemos hacer una triple reducción o epojé:
Triple reducción o
epojé
1. Separar todo lo subjetivo. La
postura ante el objeto debe ser absolutamente objetiva. En la
visión del objeto no deben influir mis expectativas, mis sentimientos, mi
imaginación.
2. Excluir todo lo
teórico. Suspender la intervención del saber adquirido, de las
hipótesis, de las demostraciones. Tan sólo ha de entrar en cuestión lo dado.
3. Separarse de la
visión del objeto la tradición: Es decir, todo lo que se ha venido
afirmando acerca del objeto.
Con esta actitud
mental, todavía corresponde hacer en el mismo objeto dado una doble reducción:
a. Suspender la consideración
de la existencia del objeto y centrar la atención exclusivamente alrededor de
lo que el objeto es, su quididad.
b. Aislar a esta quididad de
todo lo accesorio y analizar solamente la esencia de la cosa.
Esta doble operación
debe cumplir dos operaciones:
Ø Descripción: La descripción debe ser
exhaustiva. Nada de lo que corresponde al objeto, debe faltar.
Ø Colocación entre paréntesis o reducción: Colocar
entre paréntesis (lo que el objeto es o tiene). Lo que queda fuera del
paréntesis es lo irreductible, la esencia.
La reducción
fenomenológica
Para ira hacia las
cosas mismas, debe operar la reducción suspendiendo el saber anterior, los
datos de la ciencia y la influencia de los demás.
Es así como la
Psicología de la Gestalt se sitúa en el terreno de la experiencia vivida
evitando que intervenga en ella la significación de las cosas.
Merleau – Ponty
también utilizó el método fenomenológico para el estudio de la percepción y
afirma:
“Volver a las cosas
mismas, es volver a este mundo anterior al conocimiento y del que el
conocimiento habla siempre, y frente al cual toda determinación científica es
abstracta, significativa y dependiente, como la geografía con relación al
paisaje en que hemos aprendido por vez primera qué es una selva, una pradera o
un río”
“… la unidad del
mundo, antes de ser puesta por el conocimiento y en un acto de identificación
expresa, es vivida como ya hecha o ya ahí”[1]
[1] Merlau-Ponty, M. Fenomenología de la Percepción
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