miércoles, 15 de abril de 2015

Herbart



Historia de la Psicología


Johan Friedrich Herbart


Comentarios de su vida y obra


Herbart, fue un psicólogo, filósofo idealista alemán nacido en 1776. Murió en 1841.
Herbart insistía en que era posible tomar a la metafísica como base para la psicología. 
Es así como se revela la influencia de Kant en Herbart, quien entiende que la experiencia es la base de todo conocimiento verdadero, aunque tomando a la experiencia, incluyendo a agentes unificadores e indestructibles.
De lo que expresa en la doctrina sobre lo permanente que está detrás de los fenómenos y sobre el origen interno de los elementos de la conciencia.

Coincide con Fries, en su inclinación hacia la antropología, su interés es fundamentalmente psicológico y finalmente sus posturas metafísicas resultan superfluas.
El análisis que es el método de la ciencia, es aceptado por Herbart, luego, una unidad compleja de actividades que llamamos “yo” y por último el transmisor de las actividades, el alma como el “real” fundamental.

Nos dice que, metafísicamente debemos explicar el alma, pero afirma que el origen del alma es desconocido, y no puede ser objeto ni de la psicología teórica ni empírica; y en que en consecuencia, es mediante la psicología que podemos conocer al Yo y sus actividades. Y como ciencia no conoce sino los fenómenos.

Poseía un gran conocimiento de toda la filosofía, que le dio significativa capacidad para comprender a la psicología especialmente como ciencia natural y como filosofía del espíritu.
Si partimos de los fenómenos, decía Herbart, podría ser posible probar la realidad y la naturaleza del alma, y en esto consiste la verdadera metafísica de la psicología. Es decir, partir de los fenómenos del alma, y no del alma misma.

Podríamos pensar que este autor trató de hacer una psicología igual que Kant, éste había tratado de excluir el alma del círculo de los fenómenos. Herbart, no avanzó algo más en este terreno, las facultades cedieron su lugar a una infinita cantidad de “ideas” o actividades independientes.

Alma

Se entiende el “alma” como dato real, todo su contenido, toma el sentido de ideas persistentes, y estas ideas se tratan como elementos primarios de la vida psíquica.
Es fácil comprender así, las innumerables críticas que tuvo esta teoría, por ejemplo dice Lotze lo siguiente: “Según esta psicología, si el alma estuvo alguna vez en actividad, no lo estuvo sino una sola vez. Se defendió de los estímulos exteriores, produciendo las sensaciones simples; pero a partir de ese momento, se hace pasiva y permite que sus estados internos dominen sin interferencia toda su vida”.

Herbart tomando a las ciencias naturales como orientación, intenta reducir la conciencia a elementos simples y sus combinaciones, es de la estática y de la dinámica de la mente de lo que el habla, y culmina finalmente en la idea de una psicología matemática en donde se puede hacer caso omiso del alma.

Pero por el contrario, toda su psicología se desprende de que la doctrina de que cada elemento aislado es una actividad del alma.
Con todo esto, este autor, adopta una posición intermedia, por un lado la consideración del alma hace en psicología metafísica, y por otro la negativa de una psicología experimental. En consecuencia piensa que la psicología puede convertirse en una ciencia exacta, inventando sus propias fórmulas matemáticas. Método que no  prosperó demasiado, pero que sirvió de inspiración, por ejemplo a Weber y Fechner para el desarrollo de su ley.

Hay un hecho importante que motivó a Herbart a comenzar el desarrollo de su teoría: es que los fenómenos fluyen continuamente, es decir, lo que caracteriza a la conciencia es el permanente cambio; aunque tratemos de retener una representación, se nos escapa rápidamente.

Pero volviendo al punto de partida de este proceso, digamos que la única cualidad activa adjudicada al alma es la tendencia a conservarse a sí misma, pero sólo en casos particulares hay tendencia a la auto-conservación.

Nuestra experiencia está constituida por una alteración objetiva y una reacción subjetiva.

La postura realista e idealista.

Herbart tomó de los psicólogos ingleses la doctrina de que no existen las ideas innatas, del mismo origen surgió la idea de que la variedad de los estados internos se debe directamente a la variedad de las condiciones externas, pero se alejó de esto al hacer de la unidad del alma su base fundamental, y evitar así la necesidad de encontrar algún vínculo para las ideas.

Después de este desarrollo, Herbart se ocupa en desarrollar las leyes de la acción mental. En cada acto de auto-conservación se utiliza una cantidad determinada de energía, es esta energía lo que se convierte en una presentación consciente. Si luego aparece otra alteración, la cantidad de energía se divide, es decir, lo que gana la segunda, la primera lo pierde y por lo tanto, cuando la segunda llega a la conciencia, la primera desaparece.

Este principio explica el movimiento constante y su constante auto-conservación, ya que ninguna presentación desaparece totalmente, o solo llega a convertirse en un factor insignificante, hasta que en determinado momento, por el aumento de tensión la energía se incrementa y llega al campo de la conciencia.
Herbart ideó fórmulas matemáticas para explicar los aumentos y descensos de tensión, pero todas son igualmente metáforas. Pero de la única manera que se utiliza la teoría numérica, es para reducir las diferencias de cualidad a mediciones cuantitativas; sin embargo la diferencia fundamental en que una presentación se ve desplazada por otra, reside en su diferencia de significado. Es probable que sea real que experimentemos una sensación de tensión al pensar a la vez que un objeto es corto y largo pero la tensión no es una medida de la energía de largo y corto, en cuanto a ideas. Una ley de tal magnitud correspondería a la sensación.

Describe cada operación mental como algo doble:

 Toda presentación (función) es a la vez un contenido presentado y
 una actividad que presenta.
Cuando estos contenidos están en conflicto las actividades son opuestas.

Clasifica las presentaciones en:

- Semejantes: se fusionan unas con otras y se refuerzan.
- Dispares: (por ejemplo la vista y el tacto), se unen pero no se fusionan.
- Contrarias: son las que se encuentran en conflicto.

El estado total de la mente queda determinado por los grados de actividad que pertenecen a cada elemento o presentación.
“Los elementos a,b,c,d,… serán claros u oscuros de acuerdo con sus respectivas cualidades, y habrá entre ellos actividades diferentes que pueden medirse como grados de distancia a partir del punto en que se hacen insignificantes”. Este punto de actividad mínima se llama umbral de la conciencia; por debajo del umbral los contenidos existen en forma o con una actividad no mensurable; no han desaparecido y continúan afectando a la conciencia; no son inconscientes, sino subconscientes (están por debajo).

Aquí aparece una nueva diferencia: cuando los contenidos de la mente logran un equilibrio existe una condición estática, que podría continuar si no aparecieran nuevos cambios, pero los objetos del mundo exterior penetran continuamente, alteran continuamente el equilibrio que tiende a establecerse por sí mismo en la conciencia, existen entonces, dos tipos de umbrales: uno estático y otro dinámico.

Si una presentación ha franqueado una etapa de conflicto y es vencida, queda por debajo del umbral estático y es lo mismo que estuviera muerta, y por el contrario, si su energía no está agotada, se puede afirmar que está por debajo del umbral dinámico.
Entonces, en síntesis, las presentaciones descendentes están agotadas, las ascendentes poseen la energía intacta.

La concepción de Herbart, su explicación de los estados conscientes en función de los contenidos que se encuentran más allá del campo de la conciencia, al igual que su concepción de la inhibición, hace de este autor uno de los más grandes precursores de la psicología profunda.

Bajo la influencia de Leibniz, Herbart aborda el tema de la apercepción. En esta autor este término abarca dos procesos según sea el elemento apercibido un derivado del exterior y otro del interior. El proceso tiene el mismo carácter según de dónde derive; es decir en ambos casos, un nuevo elemento se incorpora al cuero de las presentaciones.

Cuando el nuevo elemento llega desde afuera, el proceso comienza con una afección sensorial, que al principio conforma un hecho en la conciencia; la apercepción lo transforma en una parte de la conciencia, porque el estímulo sensorial moviliza la acción del yo como conjunto de presentaciones, conjunto con el que el nuevo elemento debe fusionarse para no desaparecer.

En síntesis, es forma de asociación, doctrina de asociación de ideas, tal como la entiende la escuela inglesa, que está caracterizada por la afirmación de ideas espontaneas que representa una actividad no reconocida en la fórmula común del asociacionismo.

El término conciencia aquí está utilizado en dos sentidos:

- En un sentido amplio incluye todos los hechos psíquicos.

- En un sentido estrecho, muestra lo que uno sabe que está contenido en la conciencia. “Uno no se percata de ningún hecho psíquico, hasta el momento de su aparición; la experiencia revela que algunos hechos psíquicos permanecen latentes hasta que sea el momento oportuno o de otra manera, hasta que se hagan conscientes.

Por otra parte, en la consciencia existen en un mismo tiempo, más hechos que pueden ser registrados mediante la observación.

De  esto surgen distintos aspectos:

1) algunos componentes de la consciencia existen con margen vago.

2) la consciencia aperceptiva equivale a la atención.

3) apercepción es la percepción, lo cual significa el sentido interno así como la sensación es el sentido externo.

Además la atención se reduce a la actividad de los conjuntos apercipientes, ese es el sentido de la actividad interna de la mente cuando está en atención.

El análisis de la atención separa:

a- la actividad de los estados mentales existentes

b- el hecho de que la apercepción aumenta y desarrolla el contenido de la presentación así reforzada.

En todo el sistema de Herbart, aparecen interactuando los elementos; casos como el sentimiento, el deseo y la volición.
El placer y el dolor son concomitantes de la lucha entre las presentaciones; cuando la combinación de fuerzas, excede las exigencias, existe un sentimiento de placer; la tensión entre las presentaciones es una fuente de dolor.

“El deseo y la volición como no son facultades precisas, se reducen a las acciones de la presentación aunque de carácter opuesto logra un predominio acompañado de sentimientos, conforma  un deseo. Si la acción es posible, el deseo se convierte en volición”.

Herbart concibe el proceso de la apercepción como el rasgo esencial del crecimiento y desarrollo mental, y dice que aunque el alma sea un postulado metafísico, no es dato psicológico, todo lo que nos es dado es la suma de presentaciones que conforma lo que llamamos “yo”.

Si la palabra “yo” es usada por ejemplo en yo quiero, yo siento, etc., tiene así una significación precisa, y se evita por lo tanto caer en una psicología metafísica y se convierte en una psicología trascendental, ya que camia, crece, se mueve, etc.

“La psicología –dice Herbart-, seguirá incompleta mientras considere al hombre como un individuo aislado”.

Esto parecería la elaboración de una psicología social que no llegó a ser tal, y se quedó en el idealismo empirista, aunque muy importante, porque ejerció gran influencia sobre muchas exposiciones psicológicas posteriores.


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