Historia de la
Psicología
Johan Friedrich Herbart
Comentarios
de su vida y obra
Herbart,
fue un psicólogo, filósofo idealista alemán nacido en 1776. Murió en 1841.
Herbart
insistía en que era posible tomar a la metafísica como base para la psicología.
Es así
como se revela la influencia
de Kant en Herbart, quien
entiende que la experiencia es la base de todo conocimiento verdadero, aunque
tomando a la experiencia, incluyendo a agentes unificadores e indestructibles.
De lo
que expresa en la doctrina sobre lo permanente que está detrás de los fenómenos y
sobre el origen interno de los elementos de la conciencia.
Coincide
con Fries, en su inclinación hacia la antropología, su interés es
fundamentalmente psicológico y finalmente sus posturas metafísicas resultan
superfluas.
El
análisis que es el método de la ciencia, es aceptado por Herbart, luego, una
unidad compleja de actividades que llamamos “yo” y por último el transmisor de
las actividades, el alma como el “real” fundamental.
Nos dice
que, metafísicamente debemos explicar el alma, pero afirma que el origen del
alma es desconocido, y no puede ser objeto ni de la psicología teórica ni
empírica; y en que en consecuencia, es mediante la psicología que podemos
conocer al Yo y sus actividades. Y como ciencia no conoce sino los fenómenos.
Poseía
un gran conocimiento de toda la filosofía, que le dio significativa capacidad
para comprender a la psicología especialmente como ciencia natural y como
filosofía del espíritu.
Si
partimos de los fenómenos, decía Herbart, podría ser posible probar la realidad
y la naturaleza del alma, y en esto consiste la verdadera metafísica de la
psicología. Es decir, partir de los fenómenos del alma, y no del alma misma.
Podríamos
pensar que este autor trató de hacer una psicología igual que Kant, éste había
tratado de excluir el alma del círculo de los fenómenos. Herbart, no avanzó
algo más en este terreno, las facultades cedieron su lugar a una infinita
cantidad de “ideas” o actividades independientes.
Alma
Se
entiende el “alma” como dato real, todo su contenido, toma el sentido de ideas
persistentes, y estas ideas se tratan como elementos primarios de la vida
psíquica.
Es fácil
comprender así, las innumerables críticas que tuvo esta teoría, por ejemplo
dice Lotze lo siguiente: “Según
esta psicología, si el alma estuvo alguna vez en actividad, no lo estuvo sino
una sola vez. Se defendió de los estímulos exteriores, produciendo las
sensaciones simples; pero a partir de ese momento, se hace pasiva y permite
que sus estados internos dominen sin interferencia toda su vida”.
Herbart
tomando a las ciencias naturales como orientación, intenta reducir la
conciencia a elementos simples y sus combinaciones, es de la estática
y de la dinámica de la mente de lo que el habla, y culmina finalmente en la
idea de una psicología matemática en donde se puede hacer caso omiso del alma.
Pero por
el contrario, toda su psicología se desprende de que la doctrina de que cada
elemento aislado es una actividad del alma.
Con todo
esto, este autor, adopta una posición intermedia, por un lado la consideración
del alma hace en psicología metafísica, y por otro la negativa de una psicología
experimental. En consecuencia piensa que la psicología puede convertirse en una
ciencia exacta, inventando sus propias fórmulas matemáticas. Método que
no prosperó demasiado, pero que sirvió de inspiración, por ejemplo a
Weber y Fechner para el desarrollo de su ley.
Hay un
hecho importante que motivó a Herbart a comenzar el desarrollo de su teoría: es
que los fenómenos fluyen continuamente, es decir, lo que caracteriza a la
conciencia es el permanente cambio; aunque tratemos de retener una representación,
se nos escapa rápidamente.
Pero
volviendo al punto de partida de este proceso, digamos que la única cualidad
activa adjudicada al alma es la tendencia a conservarse a sí misma, pero sólo
en casos particulares hay tendencia a la auto-conservación.
Nuestra
experiencia está constituida por una alteración objetiva y una reacción
subjetiva.
La postura realista e idealista.
Herbart
tomó de los psicólogos ingleses la doctrina de que no existen las ideas
innatas, del mismo origen surgió la idea de que la variedad de los estados
internos se debe directamente a la variedad de las condiciones externas, pero
se alejó de esto al hacer de la unidad del alma su base fundamental, y evitar
así la necesidad de encontrar algún vínculo para las ideas.
Después
de este desarrollo, Herbart se ocupa en desarrollar las leyes de la acción
mental. En cada acto de auto-conservación se utiliza una cantidad determinada
de energía, es esta energía lo que se convierte en una presentación consciente.
Si luego aparece otra alteración, la cantidad de energía se divide, es decir,
lo que gana la segunda, la primera lo pierde y por lo tanto, cuando la segunda
llega a la conciencia, la primera desaparece.
Este
principio explica el movimiento constante y su constante auto-conservación, ya
que ninguna presentación desaparece totalmente, o solo llega a convertirse en
un factor insignificante, hasta que en determinado momento, por el aumento de
tensión la energía se incrementa y llega al campo de la conciencia.
Herbart
ideó fórmulas matemáticas para explicar los aumentos y descensos de tensión,
pero todas son igualmente metáforas. Pero de la única manera que se utiliza la
teoría numérica, es para reducir las diferencias de cualidad a mediciones
cuantitativas; sin embargo la diferencia fundamental en que una presentación se
ve desplazada por otra, reside en su diferencia de significado. Es probable que
sea real que experimentemos una sensación de tensión al pensar a la vez que un
objeto es corto y largo pero la tensión no es una medida de la energía de largo
y corto, en cuanto a ideas. Una ley de tal magnitud correspondería a la
sensación.
Describe
cada operación mental como algo doble:
- Toda presentación (función) es a la
vez un contenido presentado y
- una actividad que presenta.
Cuando
estos contenidos están en conflicto las actividades son opuestas.
Clasifica
las presentaciones en:
- Semejantes: se fusionan unas con otras y se
refuerzan.
- Dispares: (por ejemplo la vista y el tacto), se
unen pero no se fusionan.
- Contrarias: son las que se encuentran en conflicto.
El
estado total de la mente queda determinado por los grados de actividad que
pertenecen a cada elemento o presentación.
“Los
elementos a,b,c,d,… serán claros u oscuros de acuerdo con sus respectivas
cualidades, y habrá entre ellos actividades diferentes que pueden medirse como
grados de distancia a partir del punto en que se hacen insignificantes”. Este
punto de actividad mínima se llama umbral
de la conciencia; por debajo del umbral los contenidos existen en forma o
con una actividad no mensurable; no han desaparecido y continúan afectando a la
conciencia; no son inconscientes, sino subconscientes (están por debajo).
Aquí
aparece una nueva diferencia: cuando los contenidos de la mente logran un
equilibrio existe una condición estática, que podría continuar si no
aparecieran nuevos cambios, pero los objetos del mundo exterior penetran
continuamente, alteran continuamente el equilibrio que tiende a establecerse
por sí mismo en la conciencia, existen entonces, dos tipos de umbrales: uno
estático y otro dinámico.
Si una
presentación ha franqueado una etapa de conflicto y es vencida, queda por
debajo del umbral estático y es lo mismo que estuviera muerta, y por el
contrario, si su energía no está agotada, se puede afirmar que está por debajo
del umbral dinámico.
Entonces,
en síntesis, las presentaciones descendentes están agotadas, las ascendentes
poseen la energía intacta.
La
concepción de Herbart, su explicación de los estados conscientes en función de
los contenidos que se encuentran más allá del campo de la conciencia, al igual
que su concepción de la inhibición, hace de este autor uno de los más grandes
precursores de la psicología profunda.
Bajo la
influencia de Leibniz, Herbart aborda el tema de la apercepción. En esta autor
este término abarca dos procesos según sea el elemento apercibido un derivado
del exterior y otro del interior. El proceso tiene el mismo carácter según de
dónde derive; es decir en ambos casos, un nuevo elemento se incorpora al cuero
de las presentaciones.
Cuando
el nuevo elemento llega desde afuera, el proceso comienza con una afección
sensorial, que al principio conforma un hecho en la conciencia; la apercepción
lo transforma en una parte de la conciencia, porque el estímulo sensorial
moviliza la acción del yo como conjunto de presentaciones, conjunto con el que
el nuevo elemento debe fusionarse para no desaparecer.
En
síntesis, es forma de asociación, doctrina de asociación de ideas, tal como la
entiende la escuela inglesa, que está caracterizada por la afirmación de ideas
espontaneas que representa una actividad no reconocida en la fórmula común del
asociacionismo.
El
término conciencia aquí está utilizado en dos sentidos:
- En un sentido amplio incluye todos los hechos psíquicos.
- En un sentido estrecho,
muestra lo que uno sabe que está contenido en la conciencia. “Uno no se percata
de ningún hecho psíquico, hasta el momento de su aparición; la experiencia
revela que algunos hechos psíquicos permanecen latentes hasta que sea el
momento oportuno o de otra manera, hasta que se hagan conscientes.
Por otra
parte, en la consciencia existen en un mismo tiempo, más hechos que pueden ser registrados
mediante la observación.
De
esto surgen distintos aspectos:
1)
algunos componentes de la consciencia existen con margen vago.
2) la
consciencia aperceptiva equivale a la atención.
3)
apercepción es la percepción, lo cual significa el sentido interno así como la
sensación es el sentido externo.
Además
la atención se reduce a la actividad de los conjuntos apercipientes, ese es el
sentido de la actividad interna de la mente cuando está en atención.
El
análisis de la atención separa:
a- la
actividad de los estados mentales existentes
b- el
hecho de que la apercepción aumenta y desarrolla el contenido de la
presentación así reforzada.
En todo
el sistema de Herbart, aparecen interactuando los elementos; casos como el
sentimiento, el deseo y la volición.
El placer
y el dolor son concomitantes de la lucha entre las presentaciones;
cuando la combinación de fuerzas, excede las exigencias, existe un sentimiento
de placer; la tensión entre las presentaciones es una fuente de dolor.
“El
deseo y la volición como no son facultades precisas, se reducen a las acciones
de la presentación aunque de carácter opuesto logra un predominio acompañado de
sentimientos, conforma un deseo. Si la acción es posible, el deseo se
convierte en volición”.
Herbart
concibe el proceso de la apercepción como el rasgo esencial del crecimiento y
desarrollo mental, y dice que aunque el alma sea un postulado metafísico, no es
dato psicológico, todo lo que nos es dado es la suma de presentaciones que
conforma lo que llamamos “yo”.
Si la
palabra “yo” es usada por
ejemplo en yo quiero, yo siento, etc., tiene así una significación precisa, y
se evita por lo tanto caer en una psicología metafísica y se convierte en una
psicología trascendental, ya que camia, crece, se mueve, etc.
“La
psicología –dice Herbart-, seguirá incompleta mientras considere al hombre como
un individuo aislado”.
Esto
parecería la elaboración de una psicología social que no llegó a ser tal, y se
quedó en el idealismo empirista, aunque muy importante, porque ejerció gran
influencia sobre muchas exposiciones psicológicas posteriores.
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