lunes, 27 de abril de 2015

Hume



Historia de la Psicología
Empirismo

David Hume

Breve Biografía
Otro de los pensadores que conformó la famosa tríada empirista junto con Locke y Berkeley, fue el escocés David Hume. (1711 – 1776)
Fue quizás el más brillante de todos, fundamentalmente porque llevó esta teoría a sus últimas consecuencias, o por lo menos a completarla.
Hume fue un excelente escritor y ensayista, su obra principal fue “Investigación sobre el entendimiento Humano”, que data de 1748 y además otra de sus excelentes obras fue “Historia de Inglaterra”.
Se lo reconoce por su gran capacidad para el análisis psicológico y a su filosofía se puede considerar como un psicologismo.
Desde sus críticas al Racionalismo prepararon el camino para las posteriores investigaciones de Kant.

Su filosofía
Como filósofo, postulaba la idea de que todo conocimiento procede de la experiencia externa, es decir, lo que proviene de los sentidos, o también de la experiencia interna, la auto-experiencia.

Su psicología
Según se demuestra, Hume pretende hacer un  análisis de los hechos psíquicos, que él llama “percepciones del espíritu”, donde la percepción para él es sinónimo de cualquier estado de conciencia.
Se introduce con Hume un cambio de esquema, respecto de la teoría de Locke. En lugar de sensación y reflexión, propone hablar de impresiones (percepciones directas) e ideas.
Se trata así de suprimir toda noción que unifique dos fuentes de operación mental.
Si la sensación de Locke se orientaba hacia una res extensa y su reflexión hacia una red cogitans, los nuevos términos descartan todas esas  referencias implícitas y permiten que los acontecimientos psíquicos difieran en el modo de manifestación. Las impresiones son más vívidas, las ideas menos.
Hume postula que “si penetramos en nuestras mentes, no encontramos ni materia ni yo, solo sucesos”. Aquí tenemos un análisis de la mente orientado desde una visión positivista, sin presupuestos.

Impresiones: Por impresiones entiende a las sensaciones.

Ideas: Por ideas entiende a las representaciones de la memoria y las fantasías.
Ideas: Todas las ideas proceden de las impresiones.
En su “Investigación sobre el entendimiento humano”, escribe:
“Todo el mundo admitirá fácilmente que hay una considerable diferencia entre las percepciones del espíritu cuando una persona siente el dolor del calor excesivo, o el placer de la tibieza moderada, y cuando después recuerda en su memoria esa sensación o la anticipa imaginándola”.
El recuerdo es un derivado de la impresión y no de un estado originario, de igual manera ocurre con la fantasía.

Los conocimientos
Todos los conocimientos que poseemos derivan de las impresiones, y este proceso también lleva implícitas las ideas.
De acuerdo a estos términos, el ser humano tiene la capacidad de componer, mezclar o dividir todos los contenidos que las impresiones nos proporcionan. Esto responde al concepto de leyes de asociación de ideas.

Ideas
Hume las clasifica, siguiendo la original línea aristotélica en:
1.   Asociación por semejanza
2.   Asociación por contigüidad en el tiempo y en el espacio
3.   Asociación por causa y efecto

Otro de los temas que estudia Hume es el estudio de las pasiones, siguiendo el esquema usado en la investigación del Entendimiento Humano.

Impresiones
La vida mental del sujeto para él, comprende dos clases de impresiones:
·       Original
·       Secundaria
Todos los hechos internos que no poseen ningún antecedente psíquico. Éstas sólo pueden describirse, los demás acontecimientos son derivados y éstos pueden tener explicación o solución.
En el campo del entendimiento, la impresión es la sensación real, a ella corresponde el estado “original” de placer o dolor.
En ese estado complejo de la mente que se llama “pasión” la sensación de placer o de dolor debe ir acompañada por sentimientos de esperanza, temor o algún estado semejante; o sea que el sentimiento primario lleva implícitos estados secundarios.

Tratamiento de las afecciones: método experimental
El tratamiento científico de las afecciones será el método experimental para descubrir los tipos de sentimientos, sus orígenes y su relación con las ideas. Las afecciones directas incluyen el deseo y la aversión, la alegría y la tristeza, la esperanza y el miedo.
Todos los estados se clasifican en pares, porque la base es doble: bueno y malo.
La diferencia entre esos tres pares reside en aspectos adicionales:
“el deseo tiene relación con el bien como algo presente, la alegría con el bien asegurado para el futuro; la esperanza, con el bien probable aunque remoto”.
La esperanza y el miedo son distintos de los otros estados porque tienden a mezclarse.
Todos estos aspectos mencionados tienen antecedentes en Platón, Descartes y Spinoza, aunque Hume avanza algo más en el alma y piensa que todo sentimiento semejante tiene la tendencia a provocar sus contrarios: los sentimientos se corresponden con las ideas en el espíritu y éstas se mueven por asociación.

Afecciones directas y afecciones indirectas
Las afecciones directas implican nada más que una causa y las indirectas una causa y también un objeto. Por ejemplo, el objeto puede ser uno mismo o algo distinto de uno mismo. Las formas son el orgullo y la humildad, en el caso que se refieran a uno mismo y en el caso que se refieran a los demás, el amor y el odio.

Pasiones
Debemos comprender que el sujeto no es la causa de la pasión; la causa es un estado interno que nosotros asociaos con la idea de alguna persona o cosa que en psicología nosotros denominamos objeto.
Este aspecto de la Teoría, constituye algo muy importante porque Hume se preocupa por evitar la idea de objetos naturales de amor y de odio; no piensa que existan objetos naturales de las pasiones, sino que cualquier objeto combinado con una afección se convierte en el objeto de una afección indirecta.
Aquí se resalta la tendencia real de Hume y la negativa a aceptar teorías a priori, que comienzan con la idea de objetos que debieran ser amados u odiados. Hume, además clasifica como instintivos a la benevolencia y la malevolencia del amor y del odio.
En síntesis, Hume se propone reducir las pasiones complejas a estados simples del sentimiento asociados con ideas.

Doctrina de la simpatía
El aspecto menos creativo de su esquema, es la doctrina de la simpatía, la cual reconoce plenamente y le adjudica capital importancia en la psicología del ser humano.
Dice Hume al respecto: “la idea del sentimiento de otra persona está asociada con la idea de uno mismo. Pero es más claro aún que la verdadera simpatía depende de la posibilidad de revivir el recuerdo de una experiencia correspondiente. Por ejemplo: “su desgracia la siento como propia, yo he sabido lo que es sufrir”. Conceptos que después fueron retomados por la Psicología Compresiva de Dilthey.

El alma
La idea del alma es paralela a la sustancia material; o sea esta pensamiento que ahora pienso, este deseo o este dolor que ahora experimento serían manifestaciones o accidentes del alma misma o de la sustancia pensante que soy yo, es decir, tengo impresiones de los estados de mi alma, pero ni tengo ninguna impresión del alma.
Todas mis percepciones son siempre manifestaciones de algún estado particular, pero sin embargo, no encuentro ninguna impresión de mi alma o yo.
Para Hume, lo que se llama alma o yo, es el conjunto de nuestros pensamientos, o una serie de percepciones que se suceden sin cesar, y esto también es el yo.
Finalmente, podemos decir que las teorías de Hume fueron anticipadoras de importantes estudios posteriores y a modo de síntesis, digamos que en Ética, Hume desarrolló una teoría utilitarista, declarando que lo útil es el principio de la moralidad; en filosofía de la religión, se limitó a admitir que las causas del orden en el universo poseen cierta analogía con la razón, pero rechazó toda doctrina teológica y filosófica acerca de Dios; remitiéndose a la experiencia histórica estimó nociva la influencia de la religión sobre la moralidad y la vida.

Por lo tanto, no podíamos dejar de señalar la notable amplitud y capacidad del filósofo para abordar tan diversos temas.


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