Historia
de la Psicología
Los
primeros filósofos griegos
La
filosofía griega es una autentica teología natural, porque está basada en la
comprensión racional de la naturaleza misma de la realidad; las teologías del
mito y del estado no tienen nada que ver con la naturaleza, sino que se limitan
a ser convenciones artificiales, productos exclusivos del hombre.
En las
puertas de la filosofía se levantan tres venerables figuras: Tales,
Anaximandro, Anaxímedes.
Desde
los tiempos de Aristóteles, siempre encontramos a estos hombres formando un
grupo de físicos o filósofos de la naturaleza. Si bien es cierto que en años
posteriores hubo otros pensadores de inclinaciones semejantes, estos tres
siguen siendo preeminentes en su género y notoriamente forman un grupo
unificado.
Hasta
por su lugar de origen se encuentran reunidos: todos son hijos de Mileto, la
ciudad de Asia Menor Griega, que había alcanzado la cima de su desarrollo
político, económico e intelectual durante el siglo VI.
Fue aquí
en el suelo de Jonia donde el espíritu griego forjó las dos concepciones
generales del mundo que dieron origen por una parte a la Épica Homérica y por
otra a la filosofía griega.
Podemos
naturalmente, mostrar que los griegos de Asia Menor entraron en un contacto muy
estrecho con las viejas culturas de oriente, en el comercio, en el arte y la
técnica; y siempre habrá disputas acerca del grado en que contribuyó esta
influencia al desarrollo intelectual de Grecia.
No es
difícil imaginar qué tan impresionado quedó el espíritu de los griegos, por los
variados mitos orientales acerca de la creación. Quizás podamos rastrear en la
teogonía de Hesíodo ciertas reacciones a las especulaciones orientales,
específicamente en los mitos de la primera mujer y de cómo vinieron a la tierra
el pecado y el mal.
El tipo
Hesiódico del racionalismo, con su interpretación y síntesis de los mitos
tradicionales, ha cedido el paso a una nueva y más radical forma de pensar
racional, que ya no saca su contenido de la tradición mítica, sino se toma como
punto de partida de las realidades dadas en la experiencia humana, “las cosas
existentes”.
Al
definir con esta amplitud su tema, muestra la filosofía que ha alcanzado un
nuevo nivel, pues no hallarán lugar ahora las fuerzas celestes de las que
hablaban los mitos, ni podrán estas fuerzas seguir pasando como reales, como lo
puede la presencia efectiva, como lo son las estrellas, el aire, la tierra el
mar, los ríos y los hombres. El trueno y el relámpago, son hechos dados; ¿puede
decirse lo mismo de Zeus, el dios que los envía? En todo caso, Zeus no
pertenece al reino de las cosas que alcanzan los sentido, y más allá de este
reino no podemos ir. A pesar de que la imaginación llega a inmensas distancias,
más allá de la percepción, los objetos que encuentra la imaginación serán
de la misma índole que las cosas que se presentan a los sentidos, o por lo
menos, muy semejantes.
Estamos
en el período cosmológico o también llamado físico; de Physis que designa la
fuente originaria de las cosas, aquello a partir de lo cual se desarrollan y se
renuevan constantemente. En otras palabras, la realidad subyacente de nuestra
experiencia.
En el
pasaje Homérico en que se llama Océano,
al origen de todas las cosas, está usada la palabra en este sentido. Decir que Océano, es la génesis de todas
las cosas, es virtualmente lo mismo que llamarlo Physis de todas las cosas.
TALES
Ahora
bien TALES (640-545 A.C.), sostiene que el AGUA es el origen de todas las
cosas. Acá una diferencia, el filósofo prescinde del Mito para enunciar su
intuición de que todas las cosas han venido del AGUA. Su AGUA es una parte
visible del mundo de la experiencia. Pero su manera de ver el origen de las
cosas lo acerca mucho a los mitos. Pues si su teoría parece puramente física,
evidentemente la piensa como lo que podemos llamar un carácter metafísico. Este
hecho se revela en la única de sus sentencias que ha llegado hasta nosotros: “Todo está lleno de dioses”.
Doscientos
años más tarde cita Platón esta frase en forma especialmente enfática, casi
como si fuera la palabra primigenia y la quintaesencia de la Filosofía. Platón
encuentra de profunda significación histórica el que la filosofía de la
naturaleza, considerada durante tanto tiempo como ateísmo, haya vuelto, en su
propia doctrina de los dioses de los astros, a la misma verdad básica de la que
había partido.
La
afirmación de que todo está lleno de dioses quería decir, al parecer, según
Aristóteles, algo así: “todo está lleno de misteriosas fuerzas vivas”.
Aristóteles, tomando esto, sugiere que Tales podía haber pensado en Atracción
magnética. Los dioses de Tales no viven aparte, en alguna región remota, sino
que todo esto es, el mundo que nos rodea familiarmente y que nuestra razón toma
con tanta tranquilidad, está lleno de Dioses y los efectos de su poder.
Podemos
aducir, para comparar, otra primitiva frase de la Filosofía Helénica, una
anécdota de Heráclito. Estando él al lado del hogar de su casa, calentándose,
se dio cuenta de unos visitantes que estaban en el umbral de la misma y
vacilaban en entrar. Entonces les gritó: “Entrad también aquí hay dioses”. Se
ha tomado esta frase como una referencia al fuego del que sostenía Heráclito
era el principio de todas las cosas. Pero aún resulta difícil encontrar
conexión entre las ideas de Tales.
ANAXIMANDRO
Entrando
en ANAXIMANDRO (610-547 A.C.), esto se hace más preciso.
Con este
filósofo encontramos el primer cuadro unificado y universal del mundo basado en
una deducción y explicación natural de todos los fenómenos.
ANAXIMANDRO
pugna por encontrar la clave oculta de la estructura de la realidad, estudiando
la forma en que esta ha venido a ser lo que es. Trata de descubrir una
proporción armónica y matemática en las relaciones del mundo, del como un
todo y del postulado que el Universo debe tener un sentido racional.
Esta
idea del mundo declara el primer brote claro en la Filosofía del Espíritu
Humano. El Cosmos de ANAXIMANDRO señala el triunfo del intelecto, sobre el
antiguo orden de vida, el orden feudal y mítico, que es conocido en la primera
fase de la cultura griega. Incluso a los viejos dioses se les niega la entrada
en el nuevo sistema. Su desaparición deja un vacío que debe ser llenado por el
filósofo. Y así surge el nuevo problema del “de dónde” del origen de
todas las cosas.
Mientras
que TALES mediante la intuición sensible concebía al mundo como emergiendo del
agua, ANAXIMANDRO se basa en razones puramente lógicas. No podía entender
ANAXIMANDRO cómo el agua, una sola sustancia preponderante podía dar origen a
cualidades que hagan posible la existencia de otras cosas de distinta
constitución con el fuego y la tierra. Por ende la cosa con que empieza el
mundo solo puede ser algo que no sea idéntico a las sustancias dadas, pero que
sin embargo, sea capaz de dar origen a la vasta inmensidad de todas ellas.
La
propiedad distintica de este algo tiene que ser por lo tanto, el hecho de ser
de suyo ilimitado y a esto ANAXIMANDRO lo llamó APEIRON.
Según
SIMPLICIO, ANAXIMANDRO fue el primer hombre que dijo que lo APEIRON es la ARCHE
o PRINCIPIO.
Deduce
Aristóteles respecto de esto: “En cuanto es un principio, tiene que ser algo
que no se genere ni se corrompa. Pues lo que se ha generado tiene
necesariamente que terminar, y toda corrupción tiene igualmente un fin. Por
ende, carece de principio, antes bien es, si así se lo concibe, el principio de
todo lo demás y gobierna todas las cosas”. Entre los auténticos representantes
de la teoría de lo APEIRON (para EMPÉDOCLES Y ANAXÁGORAS, era lo divino),
destaca Aristóteles a ANAXIMANDRO por ser el iniciador de este movimiento. Él
fue quien aplicó los adjetivos de “inmortal e indestructible” a lo ilimitado,
de lo cual decía que brota todo devenir.
ANAXIMANDRO
es el primer pensador de Grecia al que conocemos no sólo por las noticias de
autores posteriores, sino también por un fragmento de su propia obra: “Pero
cualesquiera que sean las cosas, de donde procede la génesis de las cosas que
existen en esas mismas tienen éstas que corromperse por necesidad; pues estas
últimas tienen que cumplir la pena y sufrir la expiación que se deben
recíprocamente por su injusticia, de acuerdo con los decretos del Tiempo”.
En estas
imágenes un tanto poéticas, se ve lo racional del mundo. Nietzsche ha explicado
la referencia de ANAXIMANDRO a la pena que tienen que sufrir las cosas por la
injusticia de su existencia, suponiendo que ANAXIMANDRO ve en la individuación
misma de las cosas un crimen que tienen que expiar. Este crimen consistiría por
lo tanto en la aparición de los individuos como tales. Generación y corrupción
que proporcionaron a los poetas líricos de la época un tema de quejosa
melancolía, están aquí, plenamente justificados. La explicación que da
ANAXIMANDRO de la naturaleza es algo más que una simple explicación, es la
primera Teodicea filosófica. En esta llamada Filosofía de la naturaleza hemos
encontrado funcionando conjuntamente, la teología, la teogonía y la teodicea.
El
desarrolla de la idea de Cosmos significa tanto una nueva forma de considerar
la organización del estado como derivadas de leyes del Ser, como una
re-creación de la religión en términos de la idea del Dios y del gobierno
divino del mundo tal cual se revela en la naturaleza.
Esto
también se revela en ANAXIMENES (588-524 A.C.) en su intento por identificar el
primer principio de ANAXIMANDRO con el “aire”. ANAXIMENES se ha guiado
también por cierto sentimiento de que el primer principio debe explicar la
presencia de la vida en el mundo, pues sostiene que el aire domina el cosmos y
lo mantiene junto en la misma forma que la psique domina nuestros cuerpos.
Al
animar así lo apeirón de ANAXIMANDRO, ANAXÍMENES piensa evidentemente en
fenómenos psíquicos y no simplemente fisiológicos. Piensa que la naturaleza del
APEIRON debe encerrar el poder de pensar, indispensable para gobernar al
Universo.
Los
jónicos
Con esta
escuela jónica se inicia la verdadera filosofía. A los pensadores griegos el
Ser Hombre se les presentaba como una modificación peculiar de ciertos
principios universales, especialmente era materia, y como tal, una parte del
mundo material. Para ellos el hombre era el universo en pequeño, un microcosmos
dentro de un macrocosmos.
Los
filósofos jónicos introdujeron, además del desafío a las tradiciones
inexistentes, la novedad de entender todas las cosas sobre la base de un
principio. Su intento promovió la especulación y produjo muchas teorías
opuestas acerca de la Sustancia y de la estructura del mundo.
Todos
los pensadores jónicos, poseen a pesar de sus diferencias personales, una
especie de pasión profética y un afán de dar testimonio de su propia
experiencia personal, que son especialmente característicos de su época. En el
naturalismo jónico de los viejos milesios había prevalecido el espíritu de
observación y de pura investigación.
Escuela
Itálica
La
escuela Itálica, escuela filosófica de la Antigua Grecia (siglo VI y V A.C.)
surgió en la ciudad de Elea (Italia meridional). Se caracterizo por la
tendencia idealista (además de dualista) propia de sus representantes como:
Parménides, Josófanes, Zenón de Elea y Melisos de Samos, lugar éste en donde se
funda la escuela Pitagórica y relacionado con el Orfismo.
Frente a
la concepción espontáneamente dialéctica de la escuela de Mileto y de
Heráclito, sobre la primera base variable de las cosas, la escuela eleática
presentó la teoría acerca de esencia del ser invariable, del verdadero y además
del carácter ilusorio de todas las transformaciones y diferencias visibles.
Esta tesis hizo que se estimara menos la experiencia sensorial como base del
conocimiento y constituyó más tarde, una de las fuentes del idealismo de Platón.
Los
argumentos de los eleatos contra Heráclito (sobre todo las aporías de Zenón), a
despecho de sus conclusiones metafísicas desarrollaron un papel positivo en el
desarrollo subsiguiente de la dialéctica: plantearon de manera concluyente, el
problema de cómo expresar en conceptos lógicos, el carácter contradictorio del
movimiento.
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