sábado, 19 de marzo de 2016

La creación del Psicoanalisis


Psicopatología psicoanalítica

La creación del psicoanálisis

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En la última década del siglo XIX, Freud orienta su atención hacia el tratamiento psicológico de los neuróticos en particular de la histeria, realizando ensayos y observaciones, que conducirán finalmente a la creación del psicoanálisis.

Octave Mannoni, señala que su carrera se construye sobre un juego de palabras: Freud es neurólogo y tratará las afecciones nerviosas. 

El método catártico

En un primer momento, y en colaboración con Breuer, Freud aplica el método catártico.

Este consistía en hacer al paciente, una vez que éste se encontraba hipnotizado, una serie de preguntas relativa al origen de sus síntomas, y permitirle de ese modo una descarga emocional.

Se demuestra así que los síntomas histéricos son causados por trastornos emocionales correspondientes al pasado; tales acontecimientos pueden ser rechazados por la consciencia pero recobrados por medio de la hipnosis. 

Freud no se muestra muy atraído por la hipnosis; encuentra que su efecto terapéutico no es durable, que no todos los pacientes son hipnotizables, y además se presenta como un procedimiento cercano a la magia. 

Por ello, durante un breve periodo, entre 1895 y 1899, utilizó las enseñanzas de Brenheim, es decir la sugestión en estado de vigilia; coloca la mano en la frente del paciente asegurándole que podrá recordar lo que hasta ese momento no podía.

Demuestra que los acontecimientos penosos no han sido olvidados, pero la técnica resultaba ardua y penosa porque el terapeuta choca con la resistencia del paciente

Era necesario para lograr la curación levantar las resistencias que se oponen al paciente al logro de la misma. 

Para ello se hacía necesario suprimir el rechazo del paciente contra sus tendencias criticables, suprimir sus defensas que se oponen como obstáculos. 

Y en ello consiste la técnica psicoanalítica: lograr del paciente el abandono de sus actitudes críticas e interpretar el material que va aflorando. 

El postulado del determinismo mental indicaba que todo lo que el paciente dice se relaciona con el punto de partida de sus síntomas. Esta es la “regla fundamental de la libre asociación”, el paciente debe decir todo lo que se le ocurra por más absurdo, trivial o desagradable que le parezca.

Junto con la exposición de las ideas que se van produciendo en el curso de la asociación, se van liberando afectos reprimidos.

Psicoanalísis

Freud denomina psicoanálisis a la interpretación del material, procedimiento de investigación y a la vez terapéutico. Pronto el descubrimiento de la transferencia permitirá completar sus bases de sustentación. 

Su primera formulación aparece con la histeria, en 1895, y en el análisis del caso Dora, que se terminó en 1899, pero fue publicado en 1905. 

Durante el proceso psicoanalítico, el paciente en vez de recordar repite en su relación con el psicoanalista pautas de comportamiento, matriz que tuvo lugar en la infancia, o relación significativa con su núcleo familiar. La interpretación que el analista realiza sobre el discurso del paciente le van permitiendo conocer el modo como se vinculó en el pasado, las fantasías inconscientes que determinan su conducta, aprendiendo a manejar emociones que en el pasado no supo hacer y de las cuales se defendió, excluyéndolas de su consciencia.

¿Cuáles son los cambios que  introduce el advenimiento del psicoanálisis con respecto a la concepción de los desordenes de la conducta?

Dice al respecto Daniel Lagache:

“Al final del siglo XIX la patología mental estaba en pleno surgimiento y desarrollo; subsistían muchos interrogantes, pero los psiquiatras poseían una cantidad de conocimientos acerca de las formas clínicas, la evolución y las causas de las “enfermedades mentales”.

El diagnostico estaba orientado hacia la identificación de las especies mórbidas, las explicaciones causales –consideradas primordialmente por los descubrimientos anatomoclínicos-, hacían intervenir en un primer plano la constitución hereditaria, lesiones o perturbaciones corporales reales o hipotéticas; a las acontecimientos de la vida se les otorgaba un papel ocasional. 

El psicoanálisis ha modificado en escasa medida de los cuadros de la nosografía psiquiátrica (descripción de las especies de enfermedades).

El rasgo esencial de la actitud psicoanalítica es el esfuerzo por captar la significación total del cuadro clínico, expresando las relaciones del paciente consigo mismo y con el mundo, y un momento evolutivo de su personalidad. En otros términos, la originalidad del psicoanálisis es la aportación de un concepto funcional de las enfermedades mentales.

La “enfermedad mental” es un ensayo de ajuste, una tentativa para solucionar los problemas que se le han planteado al individuo y que no ha sabido manejar de modo más satisfactoria.

El psicoanálisis está de acuerdo con la concepción biologista y admite la importancia básica de las condiciones corporales (herencia, edad y maduración, procesos fisiopatológicos), pero ha colocado el acento en el papel de las experiencias individuales (situaciones, acontecimientos, traumatismos, factores, familiares y sociales); lo que actualmente llamamos “aprendizaje” por oposición a la “maduración”. Como tesis general, los factores cuantitativos (económicos) son los determinantes, por ejemplo, la fuerza de las estimulaciones externas e internas, el desarrollo y la fuerza del yo. Pero en el punto de partida es imposible sospechar quién será un hombre enfermo y quién será sano; la diferenciación se hace en el curos de la vida. 

La enfermedad actualiza y desarrolla características que están latentes –al menos poco molestas o poco notorias-, en el hombre sano.

La teoría de Freud de series complementarias articulará la relación entre lo interno y lo externo, lo que Lagache denomina maduración y aprendizaje, en la cita extensa que reproducimos textualmente con anterioridad.

En el desarrollo del pensamiento freudiano hay contradicciones entre lo legitimo del desarrollo del psicoanálisis como teoría y práctica, y el anhelo que expresa repetidas veces, en distintos puntos de su obra, de su reducción última, a una disciplina biológica que confirmara en dicho plano sus descubrimientos. Pero esta reducción no hace sino marcar el límite impuesto a la investigación psicoanalítica como búsqueda de sucesos o traumas que permitan explicar etiológicamente al síntoma. Y tuvo presente, desde el comienzo, como problema bajo la forma de lo constitucional. Para dar respuesta a este problema, Freud elabora su tesis, su teoría de las series complementarias que es “más que un simple esquema causal, por todo lo que abre como posibilidades operatorias y conceptuales.

CONSTITUCION SEXUAL + EXPERIENCIA INFANTIL
                    +
DISPOSICION DEBIDA A FIJACION DE LA LIBIDO + EXPERIENCIA ACCIDENTAL (TRAUMÁTICA)
                             =
NEUROSIS

Siguiendo a Rafael Paz, podemos señalar que este esquema se apoya en:
1.   El concepto de multideterminacion de lo psíquico.
2.   El acento no está puesto a priori en ninguno de los factores en juego, y su importancia relativa depende de las circunstancias. Por ello se encuentran como disposición y no como destino.
3.   La existencia de círculos retroactivos de determinación que esto supone, permite la inclusión terapéutica en el sistema (Pichon Riviere).
4.   Y en esto reside el valor heurístico de la teoría, que permite la búsqueda y hallazgo de significación aun en aquellas conductas más desorganizadas.
5.   Esto último no implica mecánicamente que la interpretación pertinente debe traducirse puntualmente en la desaparición del síntoma. Es diferente la interpretación como instrumento técnico del interpretar como la conceptualización teórica del significado de lo observado.

Es importante recalcar que la psicopatología es una disciplina teórica, recurre al plano empírico para verificar teorías mientras la clínica, que se basa en las elaboraciones teóricas, en el contacto con el paciente, persigue como objetico curar anomalías.
Si bien sus relaciones son complementarias, no por ello sus diferencias son menos evidentes. ¿Por qué separar tanto la psicopatología de la clínica? Quizás porque se tendió a juntarla de tal manera, que se creyó que aquello que no podía ser investigado “en los pacientes” no existía o no era pertinente al campo de la investigación, del psicoanálisis… Luego hubo una tendencia a reducir el campo de la investigación al de la observancia clínica, lo que llevó a promocionar un inconsciente “dinámico” que produce efectos en los neuróticos y que uno hasta podía pensar que ni siquiera existe en los “sanos” (…)”.
Por lo tanto, el objetivo inmediato de la psicopatología no es la operatividad interpretativa, la que constituye para esta disciplina un dato.
Freud mismo establece la distinción entre el interpretar como rescate del significado y la interpretación como instrumento técnico, cuando señala la necesidad de elaboración que se cumple en el proceso analítico, esto es “la necesidad de enfrentar una y otra vez, desde distintos ángulos los derivados que retornan de la represión para poder ir haciendo “consciente lo inconsciente” a través de sucesivos y provisorias construcciones.





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